Ariana * se puso en contacto con New Life Pregnancy Center a través del sitio web. Su formulario de contacto simplemente decía: "La vida después del aborto: necesito ayuda". Con un sentimiento de urgencia, un miembro del personal llamó a Ariana pero solo llegó a su buzón de voz. Dejó un mensaje invitando a Ariana a devolver su llamada cuando estuviera disponible.
Unos días después, Ariana llamó y le dijo al miembro del personal que había tenido un aborto una semana antes y que lamentaba su decisión. Ariana explicó cómo su madre la apoyaba y la ayudaba a encontrar recursos como New Life Pregnancy Center. Su madre le había sugerido a Ariana que llamara y hablara con alguien.
Durante los siguientes 45 minutos, mientras estaba almorzando en el trabajo, Ariana habló con el miembro del personal. Dijo que después de su aborto se dio cuenta de que lo que había hecho estaba mal, pero que ahora no sabía qué hacer. No esperaba sentir una tristeza tan profunda y no estaba segura de cómo manejarla. Sus amigas que tuvieron abortos no se sintieron tristes después, y su médico no la preparó para ningún efecto emocional que pudiera ocurrir después de su aborto.
El miembro del personal escuchó y oró continuamente por sabiduría para saber qué decir y cómo decirle palabras de aliento a Ariana. Ella pudo compartir versículos de la Biblia que describen la paz, el perdón y la esperanza de Dios. Ella le dijo a Ariana que Dios todavía tiene un plan para su vida, independientemente de las decisiones que haya tomado. Dios no había terminado con su vida. Además, pudo explicarle a Ariana cómo la tristeza que sentía era algo que muchas mujeres experimentaban después de un aborto y que ella no estaba sola en su situación. Animó a Ariana a visitar el NLPC local y la iglesia cercana para recibir apoyo adicional y conocer mujeres que la rodearían de amor y aliento.
Ariana agradeció repetidamente al miembro del personal por escuchar, aliviada de escuchar que otras mujeres experimentan las mismas emociones que ella estaba sintiendo. Ella permitió que el miembro del personal orara con ella y estaba agradecida. Las mujeres necesitan escuchar que hay esperanza y perdón en Jesús. Alabado sea el Señor porque Ariana buscó ayuda. Ore para que otras mujeres que se encuentran heridas hagan lo mismo para que puedan descubrir la sanidad que se encuentra solo en Jesús.
* El nombre del cliente se ha cambiado para respetar la privacidad.